La Nueva Perspectiva de Pablo

 

BOSQUEJO

  • Introducción
  • Historia de la nueva perspectiva
  • Síntesis de la nueva perspectiva
  • La tesis de Sanders acerca del segundo templo
  • La perspectiva reformada de la justificación
  • Conclusiones

Introducción

Si hay algo acerca de este tema que debemos aceptar, es que la nueva perspectiva no es fácil de entender, este debate no inició en una iglesia, o en un sermón, o en un ámbito pastoral. La nueva perspectiva nació en círculos académicos y todo su desarrollo ha sido de la misma forma, son muy pocos pastores laicos que conocen acerca del tema, y de algún modo, cuando ellos llegan a escuchar acerca de esta nueva perspectiva, es casi seguro que la reciben con los brazos abiertos sin antes analizar a fondo los postulados de esta postura.
El propósito de este ensayo es mirar un panorama general de los postulados más importantes de la nueva perspectiva, además de entender de una manera más completa el nomismo pactual de Sanders, sus antecedentes históricos y teológicos a lo largo de la academia teológica, y como este es el fundamento de la nueva perspectiva. Desde mi punto de vista creo que podemos considerar a Sanders como el padre de la nueva perspectiva, aunque él no fue el que acuñó ese término como tal (fue James DG Dunn), tanto Dunn, como Wright, que son los 3 exponentes más importantes de la nueva perspectiva, Dunn y Wright, ven a Sanders como el personaje que comenzó una revolución dentro de los estudios paulinos. Otra cosa que cabe destacar es que la nueva perspectiva, nació con Sanders que se identifica como luterano, y fue impulsada por Dunn que es metodista. Si algo nos pueden decir estas denominaciones, es que la nueva perspectiva encaja muy bien con el arminianismo ya sea el arminianismo clásico, el wesleyano, o semi pelagianismo. Con esto no quiero desprestigiar ni ver como herejes a estas denominaciones derivadas del arminianismo, ya que hay hombres salvos y cristianos serios que apoyan esta perspectiva, pero las críticas hacia esta perspectiva las guardaré para más adelante.

1. Historia de la nueva perspectiva

Fue en 1977, donde el mundo académico de la teología se vio en la posición de reexaminar sus puntos de vista sobre los estudios paulinos, en los últimos 30 años del siglo XX, la academia teológica ya estaba dejando atrás los presupuestos de Bultmann y estaba a la expectativa de los nuevos descubrimientos en los rollos nuevos, esto traería grandes beneficios para revisiones de la Biblia posteriores a esos años, además de que la academia estaba lista para recibir los nuevos presupuestos teológicos.

CG Montefiore

Antes de Sanders y los proponentes más famosos de la nueva perspectiva, a principios del siglo XX, escribió un libro llamado “Rabbinic judaism and epistles of St Paul”, donde argumentaba muy parecido a Sanders que el judaísmo de Pablo era un sistema basado en la gracia y no en las obras, y solo era una pequeña parte del judaísmo que estaba basado en un sistema de salvación por obras.

George Foot Moore

Moore era un profesor de Harvard, escribió un muy respetado trabajo en 3 volúmenes titulado “Judaism in the first centuries of the christian era: The age of tanaim”, en este trabajo Moore argumenta que el judaísmo no estaba basado en obras, pero si estaba de acuerdo en un sistema de recompensas y méritos basados en obras dentro del mismo sistema de la gracia. Moore afirma que el cristianismo y el judaísmo tienen algunas similitudes, ya que ambos están basados en gracia, pero existe un sistema de méritos donde el creyente tiene que hacer obras para ser merecedor de tales cosas.

Krister Stendahl y el Pablo occidental

Uno de los antecedentes a la nueva perspectiva, fue un artículo publicado por Stendahl llamado “Pablo y la conciencia introspectiva occidental”, en el Stendahl argumenta que Pablo en sus cartas expresa, que él no tenía la necesidad de sentirse salvo, sino que en realidad Pablo ya se sentía un hombre salvo con el simple hecho de ser judío. En un análisis de la lectura de Filipenses 3, Stendahl dice que Pablo no tenía problemas con guardar la ley de Dios, porque Pablo era fiel y obediente a la misma, Pablo no sentía la ley como una carga, sino que podía vivir bajo la ley y era feliz guardando la ley. Si esto es así la pregunta sería ¿contra qué estaba luchando Pablo cuando argumentaba en contra del legalismo o las obras de la ley?.
Según Stendahl, fue el problema de las relaciones entre gentiles y judíos, es decir, que en las iglesias del siglo I, había un debate sobre como incluir a los gentiles dentro del pacto en el cual los judíos como Pablo ya se sentían parte, entonces Pablo lucho en contra de la ley, no porque como Lutero interpretó a Pablo que sentía que no podía cumplir la ley al pie de la letra, sino que en realidad, Pablo veía como obstaculo la ley de los judíos para que los gentiles pudiesen entrar al pacto, y el medio entonces, por el cual los gentiles entrarían al pacto, es por medio de la fe Jesús, ese sería el punte entre judíos y gentiles que une a los dos polos, un judaísmo que vive de forma plena bajo la ley de Dios, y los gentiles que solo necesitan la fe en Cristo para entrar al pacto y permanecer en el. Es así como Stendahl argumenta que la lectura de Pablo fue occidental por cómo la entendió Lutero, y no como la Biblia realmente enseñaba que era el verdadero pensamiento de Pablo en cuanto a la ley, y Lutero es el mayor ejemplo de las interpretaciones erróneas de Pablo, ya que Lutero encontró al Pablo que Lutero necesitaba encontrar, un Pablo buscando otro modo de salvación fuera de la ley, ya que la ley, solo estaba atormentando a la mente de Pablo porque este no podía cumplirla bajo las demandas de Dios.

EP Sanders y el judaísmo palestino

Fue entonces donde Sanders, un erudito del nuevo testamento luterano, de nacionalidad estadounidense, publicó un libro llamado “Paul and the palestinian judaism” (Pablo y el judaísmo palestino). Este libro fue reconocido como el libro más importante escrito en los últimos 50 años, ya que Sanders dejaba atrás los presupuestos de la teología liberal, y abogaba por tener un acercamiento más exegético y objetivo a los estudios paulinos. DA Carson argumenta que las propuestas de Sanders no eran del todo nuevas, sino que más bien estas ideas fueron bien recibidas porque era un tiempo donde los estudios del Nuevo Testamento, estaban en busca de ideas distintas a los postulados de la teología liberal de la neo ortodoxia. Al menos el primer postulado de Sanders fue bien recibido dentro del círculo académico, ya que Sanders afirmaba que habíamos estado mal entendiendo el judaísmo del segundo templo. La reforma entendió al judaísmo como una religión de obras para poder obtener la salvación, teólogos como Lutero y Calvino abrazaron esta premisa, y por lo tanto fue así con la mayoría de sus seguidores y los reformadores posteriores, y por ende todos los comentarios, especialmente los comentarios de Romanos y Gálatas, eran críticas bastante fuertes al judaísmo del segundo templo, esto porque según Lutero y Calvino entendían que Pablo estaba criticando la religión de donde venía. Sanders decía que esto es un error, que realmente Pablo no está enseñando que el judaísmo es una religión de obras. Esto Sanders lo justifica por medio de un estudio de los documentos del judaísmo del segundo templo, documentos como los libros apócrifos del Antiguo Testamento, los pseudoepigráficos, así como literatura rabínica.
Una vez Sanders habiendo mostrado sus puntos base de su perspectiva judía, Sanders afirmó que entonces el entendimiento de la justificación también estaba mal entendido, ya que Pablo no veía el judaísmo como una religión de obras sino como una religión de “nomismo pactual”, es decir que los judíos eran salvos por gracia por medio de la permanencia en el pacto. Entonces esto lleva a entender la justificación como la declaración de Dios hacia el pecador como justo por mera gracia de Dios, Sanders veía la justificación como una verificación escatológica de aquellos que permanecen en el pacto por medio de las obras, no es que las obras le den acceso al pacto a una persona, sino que las obras mantienen en el pacto y verifican quienes están dentro del pacto para que estos, sean justificados en el tiempo escatológico.

James DG Dunn y la nueva perspectiva

En 1983, James DG Dunn un erudito del Nuevo Testamento escribió un artículo llamado “The new perspective on Paul” o “La nueva perspectiva de Pablo”, por primera vez, las ideas de Sanders habían cobrado un nuevo término teológico. La perspectiva de Dunn, va muchos más allá de la exégesis de Sanders. Dunn argumentaba que la historia de la salvación y el pacto con Israel habían cambiado con la venida de Jesús, porque ahora el pacto no solo incluía la elección de Israel para entrar en el pacto, sino que ahora los gentiles podían formar parte del pacto. Entonces para Dunn, cuando Pablo habla de la justificación por fe, no se está refiriendo al término teológico de la imputación de la justicia de Cristo hacia el pecador, sino que hace una referencia directa a la inclusión de gentiles al pacto, porque el pacto solo era exclusivamente para judíos, Dunn llega a esta conclusión a la frase que Pablo usa sobre las “obras de la ley”, haciendo una cuidadosa exégesis de Gálatas 2:16.
Dunn afirma que la frase “obras de la ley”, no hace referencia a las buenas obras que intentan conseguir la salvación, sino que más bien, la frase obras de la ley, son las obras que intenta una persona para ser judío, es decir la obras de la ley tienen una función social y no legal, ya que nadie puede hacerse justo por medio de las obras de la ley, entonces el uso que solo se le puede dar a la ley, es un uso social. Para Dunn entonces Pablo no estaba haciendo énfasis en que los judíos eran legalistas, sino en que había judíos que eran exclusivistas y no querían que los gentiles entraran en el pacto, a menos de que los gentiles se hicieran judíos, pero en realidad el énfasis correcto de la ley, es la ley moral, y no la ley ceremonial, que los autores han identificado como los hitos fronterizos judíos de la ley.
Entonces la pregunta para Dunn sería ¿puede una persona ser justificada por medio de las obras de la ley?, la respuesta de Dunn, con base a la exégesis que hace de la carta a los Gálatas es que si. Una persona si puede ser justificada por medio de las obras, pero para que esa justificación tenga efecto en la persona, es necesaria la fe en Cristo, es decir que las obras de la ley y la fe en Cristo no tienen que   ser separadas. Sino que una complementa a la otra. 
En resumen, según desde la cosmovisión de Dunn, Pablo no estaba luchando contra el legalismo judío, ya que la perspectiva legalista judía, no era concebida en ese tiempo, entonces, contra aquello a lo que Pablo estaba luchando, era contra las actitudes exclusivistas judías que no permitían la entrada de gentiles al pacto.

NT Wright, Pablo y la fidelidad de Dios

NT Wright, o también conocido como Tom Wright, es probablemente el teólogo más conocido en esta segunda década del siglo XXI. Hasta el momento de escribir este estudio, la obra más grande de Wright sobre los estudios paulinos ha sido “Paul and the faithfulness of God” o Pablo y la fidelidad de Dios. En esta maravillosa obra tan exhaustiva, Wright trata de poner a Pablo en su propio contexto, y con justa razón comienza su obra hablando del contexto histórico, filosófico, religioso y teológico del mundo donde vivía Pablo. Cabe destacar que el libro es históricamente muy bueno, no podemos decir que esa obra está llena de herejías, sino que más bien hay puntos teológicos en los que no podemos estar de acuerdo, en especial en los asuntos teológicos de la justificación.
Wright, acepta la mayoría de las conclusiones de Sanders en los aspectos del judaísmo del segundo templo, y concuerda en algunos aspectos en la justificación con James DG Dunn, pero algo que Wright además añade, es que Israel aún continuaba en un exilio que no había terminado desde Babilonia, pero es en la venida de Jesús, donde por medio de la cruz, Cristo pone punto final a la maldición del exilio siendo libertador para el pueblo de Israel, y ahora por medio de Cristo se establece un nuevo pacto tal cual era la visión de Dios desde el principio para su pueblo escogido. En cuanto a la ley Wright, afirma que el propósito de la ley era encerrar todo el pecado de la humanidad en ella, y de esta forma Jesús pagaría por todo el pecado de los hombres escrito en la ley de los judíos. 
Bajo esta premisa entonces Wright no ve la justificación como un tema que tenga que ver con el individuo y su relación con Dios, sino que ve la justificación como un problema primero nacional para Israel, y como Pablo tiene la misión de enseñar como los gentiles pueden entrar al pacto por medio de la muerte de la muerte de Cristo. Incluso Wright afirma que esta verdad está tan latente en la escritura que el evangelio en definición teológica, no significa como tal el anuncio de las buenas nuevas de salvación para todos los hombres. El evangelio según Wright, es el anuncio del señorío de Cristo y su victoria sobre los poderes de este mundo, y eso como consecuencia trae salvación a todos los hombres.
Y de la misma forma de Sanders y Dunn, Wright afirma entonces que la justificación no es solo la declaración inmediata de Dios hacia el pecador haciéndolo inocente y justo, sino que la justificación, es una manera de ver cómo el creyente se mantiene en el pacto, para entonces al final, tener una verificación escatológica.

2. Síntesis de la nueva perspectiva

Para lograr entender de una forma completa la nueva perspectiva, necesitamos entender las bases de la misma, y cómo estas bases se desarrollan a lo largo de la tesis hasta el punto de convergencia que es Pablo. Es decir que si los 2 presupuestos son correctos, estamos descubriendo las 2 estructuras fundamentales sobre las cuales Pablo construyó su teología, específicamente estamos hablando del entendimiento del judaísmo del segundo templo, y como Pablo entendió este judaísmo y con base a su soteriología judaica construyó su teología de la justificación incluyendo a los gentiles en el pacto.
La nueva perspectiva argumenta que el judaísmo del segundo templo estaba basado en un sistema de gracia dentro del pacto, y no en un sistema de obras de justicia para ganarse su salvación tal y como lo enseñaron los reformadores. Antes de continuar me gustaría refrescar algunos conceptos teológicos que son sumamente importantes para entender las propuestas de esta nueva perspectiva:

  • Justificación: La justificación se puede entender, como la declaración de Dios como justo hacia un pecador, pero esta declaración no es por medio de las obras del pecador para hacerse justo, sino que esta declaración es por medio de la imputación de justicia de Cristo para con el pecador, y a su vez, el pecador le imputa su pecado a Cristo. A esta serie de imputaciones se le conoce como el glorioso intercambio, y algunos teólogos manejan el carácter de hasta una triple imputación.
  • Obras de la ley: Este término también es conocido como “nomismo” que quiere decir ley, y cuando nos referimos a las obras de la ley o las obras de justicia, hacemos énfasis en los intentos del hombre de ganarse el favor de Dios por medio del cumplimiento de la ley de Moisés, puede ser tanto en el ámbito moral, y en el caso de los judíos también cubren el ámbito ceremonial

El punto de vista protestante tradicional sobre estos conceptos, es que la justificación es un mero acto de gracia, que no conlleva obras, es decir para la justificación sólo es necesaria la fe sin obras, ya que la obra redentora está en Cristo. Esta era la visión de Lutero, Calvino, y todos los reformadores prácticamente hasta la segunda mitad del siglo XX
Para la nueva perspectiva, esto es un error, o al menos es una visión incompleta de la doctrina de la justificación, ya que la justificación no solo es algo meramente vertical, sino que tiene que ser aplicada a lo horizontal, para esto, Robert J Cara, describe 5 puntos cruciales de la nueva perspectiva los cuales iremos desarrollando.

  • La nueva perspectiva está de acuerdo en que Pablo no estaba argumentando en contra de una visión de obras de justicia u obras de la ley porque ese concepto no existía, lo que ellos aceptaban era un nomismo pactual: Para Sanders, el judaísmo del siglo I no conocía o al menos no practicaba la salvación por obras, él enseñaba que los judíos entendían que la elección de Dios hacia Israel no era por méritos, sino que fue un acto de gracia de Dios hacia Israel, entonces lo que los judíos practicaban era un “nomismo pactual”, es decir, el entrar en el pacto es un mero acto de gracia, pero el mantenerse en el pacto, es por medio de las obras de la ley, pero aún la ley ofrecía medios de limpieza, ya que ningún hombre puede cumplir al 100% todos los estatutos de la ley, entonces incluso para mantenerse en el pacto, se necesita la asistencia de la gracia.
  • La nueva perspectiva está de acuerdo en que la justificación no es la visión tradicional protestante: Los autores de la nueva perspectiva están de acuerdo que la visión tradicional protestante es por lo menos incompleta acerca de la visión que tenía Pablo, ya que Pablo tenía un enfoque vertical, es decir que es una obra de gracia la justificación por fe, pero además la justificación, tiene un enfoque horizontal, es decir, la persona tiene que hacer algo para permanecer en el pacto, y esto se logra por medio de las obras de la ley impulsadas por el Espíritu Santo, entonces la justificación inicial es por gracia, pero la justificación escatológica, al menos en un sentido es por obras.
  • La nueva perspectiva esta de acuerdo en que cuando Pablo se refiere a las obras de la ley, Pablo hace una referencia a los hitos fronterizos judíos que los gentiles no podían hacer: Sanders argumenta que la critica de Pablo hacia los judíos, no era que ellos se enfocaban a las obras de justicia para ser salvos, sino que ellos no querían incluir a los gentiles al pacto, si ellos no hacían las obras de la ley específicas para los judíos, como la circunsición, el día de reposo, y en general, lo que se conoce como la ley ceremonial, lo que Pablo entonces pedía de los gentiles era el cumplimiento de la ley moral de Dios.
  • La nueva perspectiva está de acuerdo en que la misión de Pablo a los gentiles es poner en contexto la visión de la doctrina de la justificación: Es decir que el apóstol Pablo no está enseñando una justificación en el sentido forense en la que la enseñaron los reformadores, es  decir la declaración legal de inocencia de un culpable por medio de la imputación de la justicia de Cristo hacia el pecador. Más bien, la nueva perspectiva, con sus distintas variantes entre sus autores, enseñan que la justificación se trata de como entrar a la comunidad del pacto, es decir la justificación no se tiene que ver desde una perspectiva soteriológica, sino eclesiológica. La justificación desde la nueva perspectiva, tiene 2 componentes:
    • La justificación inicial: Se refiere principalmente a quién forma parte de la comunidad del pacto.
    • La justificación final o escatológica: Está basada al menos parcialmente en obras que se hacen en el Espíritu. Además de argumentar que esta justificación no incluye en ninguna manera la imputación de la justicia de Cristo al creyente.
  • La nueva perspectiva difiere en la doctrina de la justificación, pero podríamos decir que la perspectiva estándar es: que en la justificación inicial es por fe y reconoce el estado del pacto desde un punto de vista eclesiológico, mientras que la justificación final, es parcialmente por obras y que estas obras son producidas por el Espíritu Santo.

Si hay algo en que la nueva perspectiva hace mucho hincapié, es que ellos no niegan la justificación por fe, sino que ellos ven la justificación en 2 fases, una justificación para entrar en el pacto, y una verificación escatológica para mirar, quién permanece en el pacto, es decir que toman en cuenta tanto la gracia de Dios que da entrada al pacto al creyente, pero el creyente, por medio del Espíritu Santo va a demostrar por medio de sus obras que está dentro del pacto, y esto es una verificación, donde al final será justificado de manera definitiva en un sistema de gracia-obras.
Si nos damos cuenta a lo largo de los años, la nueva perspectiva ha ido tomando forma y se ha ido sistematizando y depurando al grado de que hoy en día sigue siendo un debate académico bastante amplio dentro de los círculos teológicos. Es por eso que todo comentarista serio de la Biblia, siempre que hable de Romanos, Gálatas y Filipenses 3, tiene la responsabilidad de seguir interactuando con la nueva perspectiva ya sea desde un punto de vista positivo o negativo.

3. La tesis de Sanders acerca del segundo templo

La nueva perspectiva está íntimamente relacionada con la tesis de EP Sanders acerca del segundo templo, o también conocido como el judaísmo del siglo I, en este punto Sanders argumenta que la religión judaica del siglo I, no estaba basada en un sistema de obras para ser merecedor de la salvación, o lo que el apóstol Pablo llamaba “las obras de la ley”, sino que más bien el judaísmo estaba basado en un “nomismo pactual”.
Sanders también en su obra, argumenta que esa misma estructura de salvación estaba presente en todas las variedades de los grupos judíos, Sanders sostiene su tesis por medio de una variedad bastante amplia de la literatirua judía, y esto le da un enfoque sistemático y teológico bastante fuerte, a tal punto que los autores de la nueva perspectiva están sustancialmente de acuerdo con Sanders al menos en su perspectiva del judaísmo del segundo templo. Como ya lo vimos anteriormente, fue Dunn quien tomó la perspectiva judía de Sanders para llevarla aún más lejos sobre el tema de la justificación por medio de las obras, pero el mismo Dunn reconoce que la base de su tesis sobre la nueva perspectiva en el punto de la justificación, proviene de la tesis de Sanders. Fue a lo largo de la década de 1980-1990, que la nueva perspectiva comenzó ser tomada en serio, principalmente la nueva perspectiva fue una respuesta a las ya viejas posturas Bultmannianas/luteranas de presentar un Pablo existencialista, y fue Sanders que después de una larga investigación intentó presentar al Pablo de la Biblia fuera de todo concepto filosófico o ideológico que la teología alemana había estado enseñando en la primera mitad del siglo XX.
Fue hasta principios del siglo XXI y en su primera década que las posturas de la nueva perspectiva se fueron aclarando en cuanto a los temas de la justificación, y fue en este punto donde los protestantes tradicionales, principalmente los reformados comenzaron a criticar las posturas de los autores de esta nueva perspectiva, y a lo largo de este tiempo se han escrito artículos y libros defendiendo la postura tradicional de la justificación. Cabe mencionar que algunos han sido viscerales y un tanto inmaduros (como las declaraciones de MacArthur y Sproul), y otros han sido altamente académicos y respetables (como los libros de Carson, Moo y GK Beale).

4. La perspectiva reformada de la justificación

La reforma del siglo XVI, fue el primer movimiento que de alguna forma cambió la perspectiva de la salvación y vió a Pablo como el hombre que enseñaba la salvación por fe sin obras por medio de la muerte de Cristo.
La teología de la reforma entendió el marco bíblico como histórico-redentor, es decir que la Biblia enseña en todo su esplendor la historia de la salvación del hombre por medio de la obra de Dios, y es aquí donde nace la teología del pacto, una teología que ve el desarrollo de la historia de la salvación por medio de los siguientes pactos un pacto de obras y un pacto de gracia administrado en distintos periodos:

  • Pacto de redención eterno: Los teólogos argumentan que este pacto, lo hizo la Trinidad en el sentido “opera ad intra”, basado en 1 Pedro 1:20, la El Dios Trino estableció un marco de salvación para todos los hombres por medio de la muerte vicaria de Cristo siendo un pacto pre-existencial, y manifestado en el “kairos” o en el tiempo oportuno por amor de los que son salvos.
  • Pacto adánico o pacto de obras: Un pacto que Dios hizo con Adán para mantener su relación con Él, aquí el hombre si se salvaba por medio de la obediencia a Dios en los mandatos en Edén, Dios destinó este pacto de obras para demostrar que el hombre es incapaz de salvarse por medio de las obras.
  • Pacto noético (inicio del pacto de gracia): Los teólogos afirman que en este punto comenzó el pacto de gracia común de Dios con el hombre, en este pacto, Dios establece un equilibrio natural, y permite el mover del hombre libremente, sin destruirlo nuevamente por medio de una diluvio, aquí Dios es misericordioso y paciente con el hombre, es decir, hay un pacto de gracia establecido, donde no son las obras las que salvan al hombre, sino es la fe, como la fe de Noé que es hablada en Hebreos.
  • Pacto abrahamico: También conocido como el pacto de la promesa en Génesis 12, aquí analizamos nuevamente el carácter de gracia del pacto, en primer lugar porque la fe de Abraham es evidente al creerle a Dios, y por medio de esa fe justificado, y en segundo lugar, porque es por medio de Abraham, que es prometida una simiente de donde vendría el salvador, pero el pacto sigue en un tono de gracia.
  • Pacto mosaico: Debatido por muchos teólogos del pacto, ya que algunos afirman que este pacto de Deuteronomio 11:8, afirma ser un pacto de obras, pero otros dicen que es un pacto de gracia, pero el pacto de gracia necesita un estándar moral que es la ley de Moisés, otros ven la ley, como demostración de cómo el hombre no puede cumplir la ley por sí mismo, y lo único que le queda es apelar a la gracia, desde mi punto de vista el pacto mosaico debe de ser considerado como un pacto de gracia.
  • Pacto davídico: Este pacto de la misma forma, es visto desde la administración de la gracia, ya que David desde ningún tipo de vista, merecía ocupar o seguir entronizado en Israel a causa de los pecados cometidos, pero aun así, Dios hace un pacto con David, en 2 Samuel 7:13-16, donde el Señor le promete a David eternidad en su reino y de su descendencia que no faltaría ninguno que se siente en su trono. Esta referencia apunta directamente a Cristo a su reino venidero, Cristo es el hijo de David que había de venir como rey, y su reino sería eterno, este pacto es completamente Cristológico y apunta al reinado de Cristo, pero el carácter del pacto, sigue siendo por medio de la gracia, ya que ni David ni su descendencia hasta Cristo hizo méritos para mantener la promesa del pacto.
  • Nuevo pacto: Profetizado por Jeremías y constatado en Hebreos 9, este nuevo pacto es la plenitud del cumplimiento del pacto de gracia, donde abiertamente el pacto recibe gentiles por medio de la obra vicaria de Cristo, aquí se disfrutan a plenitud las bendiciones y las promesas mejores del nuevo pacto por medio de un sacerdocio eterno que es por medio del oficio de Cristo también como mediador de este pacto.

Entendiendo los pactos desde la perspectiva clásica reformada, nos damos cuenta que el énfasis primordial es en la gracia, de todos los pactos, sólo uno es un pacto de obras, y todos los demás no demandan obras de la ley, ni cumplimiento de la misma, entonces la pregunta sería, ¿cuál es el uso de la ley en la Biblia y en la vida cristiana?, los teólogos han respondido a esta pregunta, enseñando 3 usos de la ley.

Los 3 usos de la ley

  • Un usus politicus civilis: La ley sirve para restringir al pecado y para promover la justicia, en este punto de vista, la ley es necesaria a causa del pecado, es decir, la ley restringe el pecado, y castiga al pecado buscando justicia, desde este punto de vista, la ley no puede ser considerada como un medio de gracia.
  • Un usus elenchticus o pedagogicus: En este punto la ley funciona para traer al hombre bajo convicción de pecado, y para hacerlo conciente de su incapacidad de cumplirla, es decir, bajo este punto, la ley sirve para demostrarle al hombre que necesita a Dios, el hombre no puede cumplir las demandas de Dios, y no tiene remedio más que acercarse a buscar la gracia de Dios, pero esto se logró por medio del conocimiento de la ley.
  • Un usus didacticus o normativus: o mejor conocida también como “tertius usus legis”, o el tercer uso de la ley, y este uso consiste en que el creyente ve la ley como una norma moral para vivir su vida de cristiano, y lo conduce por medio del agrado de Dios por medio de obras no que provoca el creyente, sino que Dios pone el querer como el hacer, es decir lo que los teólogos llaman “la obediencia activa de Cristo”, que es donde el creyente le es imputada la obediencia de Cristo para vivir conforme a la ley y los estatutos de Dios.

Sobre esta base, entonces los reformados pueden formular su doctrina de la justificación, basados no solo en el pensamiento de Lutero de que Pablo buscaba ser salvado, sino que hay todo un respaldo teológico que les ayuda a la formulación dogmática de su doctrina.

Formulación dogmática de la doctrina de la justificación

Bajo los puntos teológicos establecidos podemos entonces definir la justificación desde el punto de vista reformado en la siguiente forma:

  • La justificación es el acto en el cual por medio de la fe en Cristo el pecador recibe la justicia de Cristo y a su vez ese pecador le imputa su pecado a Cristo, la recepción de esta justicia provoca la declaración forense de Dios que ese pecador ahora es declarado justo delante de Dios sin necesidad de las obras de la ley. Además de la que justificación es un acto y no un proceso, es decir tiene efecto inmediato delante de Dios para con el pecador, y como la justificación es una obra de Dios escatológica manifestada en este tiempo dentro del “ya y todavía no”, no necesita ninguna verificación escatológica porque la justificación es escatológica pero manifestada en este tiempo como un acto de Dios interviniendo en la historia humana. La justificación desde el punto de vista reformado, es por obras, pero no por medio de las obras humanas, sino que Cristo fue el que se puso bajo el pacto de obras haciendo justicia a todos los mandamientos de ley, y esa justicia obtenida por medio del cumplimiento de la ley, le es imputada al pecador, pero como un acto de gracia pura, sin necesidad de méritos del pecador.
  • En cuanto a las recompensas del cristiano dentro del pacto de gracia, la reforma ve estas recompensas no como premios por los méritos humanos, sino también como un acto de gracia de Dios hacia el creyente que tiene deseo de esforzarse en agradar a Dios.

Podemos entonces concluir que la formulación dogmática de la justificación desde la perspectiva reformada, no permite que el hombre se gloríe en sus obras, sino que reconoce que Dios mismo es el que provoca las buenas obras en la persona, y si esta persona de alguna forma llega a ser recompensada por esas obras, no son recompensas meritorias sino que son recompensas de gracia. La justificación es por gracia, las obras que hace el creyente son por gracia, la santificación del creyente es por gracia, la seguridad de la salvación del creyente es por medio de la gracia, la gloria venidera del cielo del creyente es por gracia. Es decir toda la obra salvadora de Dios hacia el hombre es por gracia, para que la gloria de la obra de la salvación sea de Dios y el hombre no tenga en qué gloriarse dentro de su propia salvación.

Conclusiones

Contrastando entonces las perspectivas de la justificación de la nueva perspectiva y la perspectiva reformada, nos damos cuenta que en efecto, si hay diferencias sustanciales probablemente irreconciliables en el apartado de la justificación. Es entonces donde el pastor, predicador, maestro o ministro de la iglesia tiene que hacer un alto, y entonces analizar que es en lo que cree, y que le va a predicar a la iglesia. Últimamente a las doctrinas medulares de la iglesia, se les llaman “doctrina básica”, un calificativo que desde mi percepción es hasta denigrante, ya que no estamos hablando de una doctrina secundaria de la iglesia, sino que estamos hablando del corazón del evangelio mismo, y es aquí donde el pastor tiene que decidir, qué perspectiva creer y sobre todo entender que es lo que realmente está enseñando la Biblia al respecto.
Debemos de aceptar que la nueva perspectiva tiene mucha razón en el aspecto de que hemos mal entendido al judaísmo en su propio contexto, muchos de nosotros incluso hemos menospreciado el llamado de Dios a Israel como su pueblo escogido, y que la nación que Dios uso como medio para traer al salvador es Israel. Creo que caricaturizamos el judaísmo y no hemos entendido su pensamiento, que a su vez Pablo se vio altamente influenciado por ese pensamiento judío.
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Bibliografía

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