Reflexiones acerca de la Gracia de Dios


 La gracia es un tema del cual se habla mucho dentro del ambiente cristiano, es un término “conocido” pero que algunas personas realmente no conocen el impacto de esta palabra, es por eso que quiero platicar un poco sobre la gracia de Dios.

La definición más básica de la palabra gracia la define como “favor, bendición y bondad”, entonces, con esa definición podemos decir que todos hemos tenido gracia para con otros, pero cuando hablamos de la gracia de Dios, el concepto y trasfondo cambia totalmente, porque la gracia que nosotros tenemos hacia las personas no se se comparara ni un poco con la gracia que Dios tiene hacia nosotros.

A muchos nos enseñaron que la gracia es una serie de favores que no merecemos por parte de Dios hacia nosotros; como salvación, vida eterna, y muchas cosas más. Y sí, en esencia es eso, pero también es importante mencionar lo que sí merecíamos. No podemos abordar el tema de la gracia y solamente mencionar los favores que Dios nos da, en donde se debe hacer énfasis es en lo que sí merecíamos.

Alguna vez escuché a una persona decir que la gracia empezó desde que Adán y Eva pecaron, en ese momento Dios les dio piel de un animal para que se cubrieran. Dios en ese momento pudo destruirlos y hacer otros porque Evidentemente no merecían algo para cubrir su desnudes, ellos merecían ser destruidos y arder en el infierno por haber desobedecido a Dios, pero en vez de eso decidió vestirlos y no actuar como sí debía actuar; y es justamente eso lo que define la gracia de Dios, en que nos da lo que no merecemos.

Sugel Michellen ponía un ejemplo en el cual decía: Si vas por la calle y ayudas a un mendigo, eso es misericordia, pero si un día antes ese mendigo se metió a tu casa a robar y tú lo sabes y aún así decides actuar con bondad y ayudarlo, eso es gracia. Ahora, la gracia juega un papel sumamente importante para la salvación del hombre, ya que sin ella, la salvación no sería posible, lo dice en Efesios 2:8, también dice que es necesaria la fe y que ésta no es nuestra, nos la da Dios. Cada que leo esto, no sé ustedes, pero yo me siento la persona más inútil, aquí me doy cuenta que no aportamos absolutamente nada en nuestra relación con Dios, Él hace todo por nosotros.

El punto que sigue es crucial para que ésta pueda llegar a nosotros y ese punto es Cristo. Está claro que no merecemos la salvación y sí merecemos la condenación eterna por causa de nuestros pecados, pero Dios nos escoge en Cristo para ser participes de esa salvación la cual es absolutamente gratis para nosotros, pero no para Cristo. El motivo por el cual nosotros no aportamos nada a nuestra salvación es 1. Porque no tenemos nada para aportar y 2. Porque todo ya fue hecho por Cristo. En Cristo fueron cargados nuestros pecados, en Cristo tú y yo fuimos enjuiciados y castigados, Cristo sufrió en la cruz del calvario la pena que nosotros merecíamos.

En conclusión, la gracia va más allá de un concepto cristiano básico. La gracia es el eje teológico de la reforma protestante, el eje del pensamiento de Pablo, de Lutero, de Calvino y de la historia de la redención. Sí es todo lo que Dios nos da sin merecerlo, pero lo más importante es que no nos da lo que sí merecemos.

B.th Natanael Albiter

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