Reflexiones acerca de la Soberanía de Dios
La "Soberanía de Dios" se refiere al control absoluto que Dios tiene sobre todo, incluyendo la humanidad. También significa que la realidad (la creación entera) es el producto de los decretos que Dios hizo antes de la fundación del mundo.
Primera evidencia: El nombre de Dios indica su soberanía
Su Nombre En El Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, el término Adonai aparece 429 veces, “Adon” significa "alguien que controla" o "uno que está a cargo", “Ai” es un sufijo enfático que implica que ese alguien está realmente en control, “Ai” también es usado como un sufijo personal posesivo. Por lo tanto, Adonai significa "aquel que tiene el control absoluto" o "aquel que es mi amo absoluto", como "mi Señor”, se traduce como "Señor Dios" y más acertadamente, como "Soberano Señor."
Su Nombre en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, la palabra Despotes se usa 10 veces, en 5 de ellas, se refiere a Dios y en las restantes, a hombres que poseían esclavos. La palabra en "déspota" se deriva de este término, aunque en el primer siglo no tenía la connotación negativa que tiene actualmente. Despotes significa "uno que tiene el poder o la autoridad total sobre otro. En la Biblia, este término aparece traducido correctamente como "Soberano Señor" cuando se refiere a Dios. Se puede apreciar en Lc.2:29; Hch. 4:24; 2P. 2:1; Jud. 4; Ap.6:10.
Segunda evidencia: Los atributos naturales divinos
Existen tres atributos divinos que los teólogos llaman "incomunicables", porque no se pueden compartir con un ser creado. Estos atributos son la omnisciencia, es decir, que Dios todo lo sabe; la omnipotencia, que Él todo lo puede, y la omnipresencia, que Él está presente en todas partes.
Muchos cristianos tienen una visión antropomórfica de Dios, es decir, piensan que Dios es un gran humano. Para algunos Dios es como un abuelo celestial y benévolo que desea que todo el mundo pase bien y que nunca haría daño a nadie. Comprender los tres atributos naturales de Dios nos ayuda a eliminar de nuestras mentes tales conceptos humanísticos de Dios.
¿Cómo los tres atributos naturales prueban la soberanía de Dios? Supongamos que pasó algo fuera del control de Dios. Esto pudo ocurrir solamente por una de las tres razones siguientes: Dios no sabía lo que iba a pasar (no sería omnisciente), o Él no tuvo el poder para prevenirlo (no es omnipotente), o Él no estuvo presente en ese momento (no es omnipresente).
Si una persona niega la soberanía absoluta de Dios, por implicación está negando uno o más de sus atributos naturales.
Aun si en la Biblia no hubiera información con respecto a la soberanía de Dios, los atributos naturales divinos serían el fundamento suficiente para declararla como un artículo de fe. (Esto es lo que nosotros llamamos una “inferencia teológica”).
Tercera evidencia: La inmutabilidad
El término "inmutable" significa "que nunca cambia." Se lo encuentra dos veces en la Biblia.
"Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros." He. 6:17-18.
Recientes traducciones usan la expresión "que nunca cambia" porque la palabra "inmutable" es poco conocida para algunos. Esto es desafortunado ya que "inmutable" tiene la idea de irresistible e infalible. No solamente se refiere a un plan ideado por Dios, sino también a su persona.
Santiago expresa este pensamiento así: "del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." Stg. 1:7. Por lógica, si Dios pudiera cambiar, no sería soberano. Por el contrario, si Él es inmutable, debe ser soberano.
La Inmutabilidad de los Decretos de Dios.
Podemos decir que el "consejo" de Dios es inmutable en He. 6:17. La palabra consejo en griego es "boule" y significa "plan" o "propósito".
Según esto, los planes y propósitos de Dios, al igual que su persona, no cambian ni pueden ser resistidos en forma exitosa por el hombre, si así fuera, Dios no podría garantizar el cumplimiento de sus promesas, como está descrito en Heb 6:17-18.
Algunas veces la Escritura usa las palabras "propósito" y "consejo" para describir la inmutabilidad de la voluntad de Dios, el concepto de que Dios no permite que nadie cambie lo que Él ha planeado, se llama en teología,"Inmutabilidad de los decretos divinos" o "Inmutabilidad de la voluntad de Dios", esto significa que cuando Dios decide hacer algo, nada puede resistirlo, es decir, Él no permite que sus planes sean frustrados. De otra forma, Dios no podría mantener sus promesas y por tanto, no sería soberano.
Cuarta evidencia: Dios es dueño de todo
¿Perdió Dios el control y la propiedad de la tierra cuando Adán cayó en pecado?. Algunos grupos cristianos afirman que sí, afirman que supuestamente Dios entregó la tierra a Adán, que a su vez se la dio al diablo. Se presume entonces que Dios está luchando para conseguirla de nuevo y usa a la iglesia como su instrumento. Lo absurdo de esta conjetura se pone de manifiesto cuando leemos el Salmo 24:1: "De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en él habitan".
Dios es el dueño de nuestra vida, nosotros no nos gobernamos solos como muchos piensan, (es mi vida y yo hago lo que quiera con ella) por supuesto que no, Él es soberano de todo. Por esta razón el Señor Jesús mismo enseñó a orar diciendo “hágase tu voluntad” aunque Jesús es Dios, lo hizo para enseñar al hombre que siempre se cumplirá la voluntad del Padre, por su soberanía. Podremos pensar que no siempre su voluntad es lo que queremos, pero si dejamos que Él gobierne en nuestra vida, sabremos que su voluntad siempre será buena, agradable y perfecta en nosotros.
B.th Abraham Gutiérrez
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