La búsqueda del Jesús histórico

 

Bosquejo

  • Introducción
  • La primera búsqueda liberal de Jesús 
  • La búsqueda de Albert Schweitzer 
  • La segunda búsqueda bultmaniana y post bultmaniana
  • La tercera búsqueda de Sanders 
  • La búsqueda de Dunn 
  • La búsqueda Wright 
  • El seminario de Jesús
  • Conclusiones 
  • Bibliografía

Introducción

Uno de los temas más apasionantes de los estudios del Nuevo Testamento, sin duda alguna es Jesús, Jesús no solo es el sujeto de la fe cristiana, sino también el foco de atención histórica de los eruditos del Nuevo Testamento. 

La búsqueda del Jesús histórico tiene como propósito encontrar las fuentes históricas, así como también la persona histórica de Jesús. Es decir los estudiosos del Jesús histórico no están interesados en los milagros, las señales o lo “sobrenatural” que relatan los evangelios. La búsqueda del Jesús histórico tiene como único propósito determinar si Jesús existió como figura histórica, o solo es una idea mitológica descrita en los evangelios. Para encontrar entonces la historicidad de Jesús, el investigador primero debe analizar las fuentes históricas que hablen de Jesús y determinar si esas fuentes son fidedignas o no. En este caso las primera fuentes que se deben analizar son los evangelios mismos, y determinar si estos son escritos históricos o teológicos-mitológicos. A lo largo de este artículo se mostrará como para ciertos eruditos los evangelios son meros escritos teológicos que contienen mitos acerca de Jesús, mientras que otros eruditos si ven los evangelios como biografías históricas y teológicas que contienen información verídica acerca de la figura histórica de Jesús. 

Otra cosa que cabe resaltar, es que en la historia de la disciplina de la crítica bíblica existen 3 búsquedas históricas de Jesús.

La primera búsqueda narrada por Albert Schweitzer que él mismo determina de Hermann Samuel Reimarus que es del siglo XVIII a William Wrede y el mismo Schweitzer que es a principios del siglo XX. 

La segunda búsqueda está liderada por Ernest Kasemann en la década de 1950, un alumno de Rudolf Bultmann, el propósito de Kasemann era demostrar que los evangelios no solo son escritos teológicos acerca de la divinidad de Jesús, sino que estos también contienen memorias históricas de Jesús y eventos fehacientes. 

La tercera búsqueda  comenzó en la década de los 1970 con teólogos alejados de las ideas bultmanianas y con nuevos presupuestos teológicos e históricos, es así como EP Sanders, NT Wright y James DG Dunn inician una nueva búsqueda que sigue abierta al día de hoy.

La primera búsqueda liberal de Jesús

La primera búsqueda de Jesús está narrada por Albert Schweitzer en su libro “Investigación sobre la vida de Jesús”, Schweitzer narra esta búsqueda desde Hermann Samuel Reimarus hasta William Wrede, siendo Schweitzer mismo el que termina con la primera búsqueda. 

Una de las críticas más duras de Schweitzer a los investigadores de Jesús es que las biografías que se presentaban acerca de Jesús eran muy noveladas, psicológicas, idealizadas y liberales. 

El propósito de estas biografías liberales tenían propósitos bastante exagerados, mientras unas biografías eran alabanzas al cristianismo europeo, otras iban con el propósito de atacar el cristianismo e incluso refutar ya que sus argumentos eran para demostrar bajo ideologías subjetivas que Jesús no existió. 

David Strauss, fue uno de los pioneros en la investigación de la vida de Jesús, donde en su libro “Vida de Jesús”, argumenta que los relatos de los evangelios no son más que mitos que la comunidad cristiana del siglo I se imaginó y escribió con el propósito de exaltar a un personaje que no realizó milagros ni señales, sino que simplemente fue un personaje reformador del judaísmo. Schweitzer criticó la obra de Strauss argumentando que su método no era lógico y carecía de argumentación científica sobre el análisis de los evangelios. 

Schweitzer también criticó el libro de la “Vida de Jesús” de Ernest Renan, donde Renan hace de la vida de Jesús una vida “novelada” donde combina la enseñanza de los evangelios con psicología sentimental. Schweitzer en respuesta argumenta que la subjetividad no puede ser el método correcto para encontrar la historicidad de Jesús, y que es un error metodológico hacer una “novela” desde planteamientos psicológicos sentimentales. 

Otro de los desafíos de la primera búsqueda, fueron las investigaciones que afirmaban que Jesús nunca existió y que solo fue una idea inventada por el cristianismo para exaltar la religión cristiana, esta propuesta fue promovida por Arthur Drews, al cual el mismo Schweitzer también criticó haciendo una segunda edición de su libro sobre investigación de la vida de Jesús, donde Schweitzer lo refuta por medio del método histórico alegando que el método presentado por Drews es subjetivo y sin bases científicas históricas. 

La búsqueda de Albert Schweitzer

El método que Schweitzer utilizó para investigar la vida de Jesús se basaba en 3 presupuestos: 

La búsqueda del Jesús histórico debe de ser eso, puramente histórico eliminando lo sobrenatural de los evangelios. 

Debe de estar basado solo en la tradición sinóptica (Mateo, Marcos y Lucas), ya que el evangelio de Juan fue muy tardío y con inconsistencias históricas y errores cronológicos. 

Absolutamente escatológico. Cuando Schweitzer se refiere a la escatología de Jesús, hacía referencia a la irrupción del Reino de Dios en este siglo, y que a su vez Jesús tenía el objetivo en que el Reino de Dios sería inaugurado en su sacrificio. 

Schweitzer creía que la investigación crítica de los liberales y la escuela de Tubinga deformó la imagen ortodoxa de Jesús a tal punto que él mismo dijo que sería imposible llegar a una verdad histórica objetiva de Jesús. 

Para Schweitzer el único modo de entender la conciencia histórica de Jesús, era por medio del entendimiento escatológico, es decir, la predicación o el kerigma de Jesús basado en la entrada del Reino de Dios y él la unión mística de su iglesia con su cuerpo. Aunque Schweitzer creía en la historicidad de Jesús, no creía en la resurrección del mismo, ya que prefirió mantener solo lo objetivo e histórico de los evangelios, evadiendo los milagros, las señales y la resurrección misma, Scot Mcknight considera que de alguna forma Schweitzer es el precursor de la desmitologización que utilizó Rudolf Bultmann para sus estudios del Nuevo Testamento. 

Al final Schweitzer defendió en cierto sentido la historicidad de Jesús, pero no su resurrección y sus milagros, en 1913, Schweitzer decidió que era mejor abandonar los estudios sobre la vida de Jesús y mejor hacer lo que Jesús dijo que los hombres hicieran de ir a los pobres y enfermos, y comenzó su labor misionera en el Congo francés. 

La segunda búsqueda bultmaniana y post bultmaniana

Sin duda alguna los estudios del Nuevo Testamento en la primera mitad del siglo XX hasta la década de los 70s, fueron dominados por el pensamiento bultmaniano. Bultmann fue el teólogo que promovió el método de la “desmitologización”, un método que separa el kerigma del mito, por ejemplo, Bultmann para entender el evangelio de Marcos, va a quitar de ese evangelio los milagros, las señales y la resurrección, y solo va a tomar en cuenta el mensaje o el kerigma de Jesús, para según él, poder llegar al mensaje objetivo que el evangelio quiere dar a la humanidad. Bultmann llegó a la conclusión de que el cristiano no puede llegar a la certeza del Jesús histórico sino que tiene que enfocarse solamente en el mensaje de Jesús lo que llevó a un periodo de “no búsqueda”, pero que posteriormente fue retomado por sus alumnos. 

Fue Ernest Kasemann y Günther Bornkamm quienes retomaron la búsqueda de lo que se considera como la “segunda búsqueda del Jesús histórico”, ambos abogaban bajo el método bultmaniano modificado, que los evangelios no sólo contenían mitos y kerigmas primitivos, sino que estos por medio de un estudio cuidadoso, era posible encontrar hechos históricos en los evangelios, demostrando así no solo el kerigma del Cristo exaltado, sino el kerigma del Jesús humillado, es decir Cristo hombre. 

Bultmann en 1959 respondió a esta búsqueda exhortando a sus alumnos a que enfocarán sus esfuerzos en otro tipo de investigación ya que para él era imposible llegar a una certeza histórico de Jesús. 

Otro personaje que retomó la búsqueda del Jesús histórico fue Joaquín Jeremías, un teólogo alemán que desarrolló su carrera en la universidad de Tubinga, donde dedicó toda una investigación para refutar el escepticismo de Bultmann, Jeremías basó su investigación argumentando que aunque no era posible recuperar por medio de los evangelios (que son históricos en un sentido) las palabras exactas de Jesús, si podemos llegar a la esencia de cada una de sus enseñanzas históricas, y esta relación de las enseñanzas de los evangelios, son completamente compatibles con la historia de la salvación que irrumpe en la historia lineal humana, así que tenemos un Cristo exaltado en medio de los hombres, pero en forma de hombre cumpliendo el propósito de la historia de la salvación. 

La segunda búsqueda se vio caracterizada por el escepticismo y la intención de encontrar a un Jesús basado en las propias ideas de los investigadores. 

La tercera búsqueda de Sanders

Fue en la década de los 70s y 80s donde un nuevo horizonte se vislumbraba en los estudios del Nuevo Testamento, dejando atrás las ideas bultmanianas y de la escuela de Tubinga, y uno de los personajes que se encargó de dar un giro nuevo a los estudios Bíblicos fue EP Sanders, primero con su libro “Paul and the palestinian judaism” y luego con “Jesús y el judaísmo” junto con un libro más corto llamado “La figura histórica de Jesús”. Sanders en sus libros sobre Jesús no está interesado en retomar las ideas liberales de sus antecesores, sino que ahora, tiene la idea de investigar a Jesús en su propio contexto, cosa que nadie había hecho, Sanders entonces pasa más de un año en Israel haciendo investigación de campo buscando el contexto en el que Jesús se desarrolló para así poder llegar a una certeza histórica de Jesús. 

Sanders entonces llega a las siguientes premisas en su investigación: 

  • Jesús vivió como judío y murió como judío.
  • Jesús antes de su ministerio fue seguidor de Juan el bautista para posteriormente convertirse en un profeta de la restauración de Israel.
  • Jesús fue un reformador y a la vez creador de un movimiento escatológico del anuncio del Reino de Dios en la tierra por medio del anuncio apostólico. 
  • El centro de la predicación de Jesús fue un kerigma escatológico de la venida del Reino de Dios, la restauración de Israel y el nuevo siglo de salvación. 
  • Jesús en cierta forma encontró afinidad teológica y de pensamiento con los fariseos, ya que era el grupo de más afinidad de pensamiento con las enseñanzas de Jesús. 

En general Sanders comprobó la existencia de la figura histórica de Jesús, pero no bajo métodos psicológicos o subjetivos, sino que formuló su premisa desde el propio contexto de Jesús que era el judaísmo del siglo I. Siendo la investigación de Sanders novedosa en los campos de los estudios Bíblicos, se le considera como parte de la tercera búsqueda del Jesús histórico, pero no bajo conceptos filosóficos, sino bajo los conceptos históricos, culturales, sociales y de pensamiento del propio judaísmo en donde se desarrolló Jesús. 

La búsqueda de James DG Dunn

El Dr James DG Dunn o Jimy Dunn como lo conocían en la facultad de Durham, aportó a la investigación del Jesús histórico desde 2 maneras: 

Dunn abogó por la historicidad de Jesús haciendo investigación histórica con base en estudios a los evangelios, los evangelios apócrifos, la arqueología y otros escritos referentes a la historicidad de Jesús fuera de la tradición cristiana. 

La otra contribución de Dunn a la investigación de Jesús, es que supo conciliar los aspectos teológicos de los evangelios, con el método histórico. Dunn investigó a fondo los aspectos teológicos sobre la Pneumatología del Nuevo Testamento especialmente en Jesús, Dunn para demostrar la experiencia de Jesús junto con el Espíritu Santo escribió “Jesús y el Espíritu”, y desarrolló su investigación más extensa en su obra magna “El cristianismo en sus comienzos”, donde desarrolló su investigación histórica en “Jesús recordado”, donde no solo trata el aspecto histórico, sino el aspecto teológico y demuestra que el Cristo teológico está relacionado con el Jesús histórico. 

La búsqueda de NT Wright

NT Wright, influenciado por Albert Schweitzer al igual que EP Sanders, desarrolla su método de la búsqueda del Jesús histórico bajo la perspectiva escatológica de Jesús, desechando el escepticismo. Wright desarrolla en sus obras una investigación de Jesús desde su propio contexto, es decir desde el judaísmo del siglo I, aunque Wright reconoce que Jesús era un crítico de ciertos aspectos del judaísmo los cuales tenía la intención de reformar o corregir. 

Wright sostiene varios puntos de vista en acuerdos con EP Sanders, y una de las contribuciones más grandes de Wright, fue la defensa de la resurrección histórica y física de Jesús y su exaltación en los cielos como el Cristo de la gloria. Wright hace una investigación histórica y teológica sobre distintas culturas, sobre las corrientes judías del siglo I, sobre las fuentes históricas de Jesús, y con base a todas ellas llega a la conclusión que Jesús fue una figura histórica comprobable, una figura histórica que murió, pero va más allá de Schweitzer, viendo la resurrección no como un evento teológico, sino como un evento histórico.  

El seminario de Jesús

El seminario de Jesús o también conocido como “Jesus seminar”, fue un movimiento de eruditos y laicos del Nuevo Testamento fundado en 1985 y disuelto en el 2006, su fundador fue Robert Funk. La intención de este seminario, era poder determinar la historicidad de Jesús por medio de “revisionismo histórico”, el cual fue altamente criticado por eruditos como NT Wright, James DG Dunn, William Lane Craig, Michael Bird, entre otros. 

Una de las cualidades más extrañas de este seminario, era que ellos determinaban que era histórico y que no era histórico por medio de votaciones de sus miembros con base a las investigaciones individuales de cada uno de ellos. NT Wright criticó esta práctica tachandola de un error metodológico, ya que es imposible dictaminar la historicidad de algo o de alguien por medio de las presuposiciones de ciertas personas, es decir, el seminario de Jesús estaba mancillando no solo los relatos de los evangelios, sino la ciencia misma de la historia aplicando métodos completamente faltos de argumentación histórica y teológica. Este seminario ya se vio refutado por los eruditos mencionados y actualmente no tienen ningún peso sobre la academia de los estudios del Nuevo Testamento. 

Conclusiones

Sin duda alguna, todos los eruditos serios de los estudios de los evangelios, han llegado a la conclusión de que los evangelios si relatan una figura histórica de Jesús, es decir que podemos ver a los evangelios como biografías históricas y teológicas de Jesús. Jesús existió, vivió entre nosotros, fue crucificado y murió, pero el evento más importante de la figura histórica de Jesús, es su resurrección, un evento que va más allá del entendimiento historiográfico pero que es imposible rechazar, no podemos comprender un Jesús histórico sin un Jesús resucitado, no podemos comprender un Jesús resucitado sin un Cristo cósmico y exaltado. 

La fe cristiana no se sostiene por medio de mitos, se sostiene por medio de hechos que fundamentan la fe de la misma persona al entender que Jesús es más que una figura histórica. 

Bibliografía

  • Dunn, James DG, 2011, Jesús recordado, Editorial Verbo Divino. 
  • Green, Joel, B. Brown, Jeannine K., Perrin, Nicholas, 1992, Diccionario de Jesús y los evangelios, Editorial Clie. 
  • Licona, Michael, 2017, La resurrección de Jesús, Publicaciones Kerygma.
  • Sanders, EP, 1985, Jesús y el judaísmo, Editorial Trotta. 
  • Sanders, EP, 1993, La figura histórica de Jesús, Editorial Verbo Divino
  • Schweitzer, Albert, 2001, Investigación sobre la vida de Jesús,. Ediciones EDICEP.
  • Wilkings, Michael J., Moreland, JP, 2003, Jesús bajo sospecha, Editorial Clie. 
  • Wright, NT, 2003, La resurrección del Hijo de Dios, Editorial Verbo Divino. 
Joaquin Ortiz F. Th.M


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